El Parador de La Granja, inaugurado el 7 de junio de 2007 por el Rey Don Juan Carlos, es el 15º establecimiento de la Red en Castilla y León. Sus dos edificios de enorme interés, el Parador de Turismo y el Centro de Congresos y Convenciones, son los recuperados la Casa de Infantes y el Cuartel de la Guardia de Corps.
La Casa de Infantes es una construcción rectangular muy alargada, organizada en torno a tres patios que configuran sus recorridos mediante corredores estrechos que dan acceso a las diferentes dependencias.
Desarrollado por el departamento técnico de Paradores, bajo el proyecto de la empresa Cidón, se ha abordado el proyecto de decoración con la intención de ofrecer una “Ilustración Imaginada” a los visitantes del Parador. De esta forma, se ponen en valor los aspectos que hacen de La Granja una ciudad nueva del Siglo de las Luces, en la que tienen cabida todos los intereses de la época, desde la ciencia botánica, a la industria del vidrio, pasando por los múltiples avances en las obras auxiliares hidráulicas, militares y ornamentales, todo ello importantísimo en la vida y actividad de la comarca.
Las 127 habitaciones, divididas en 100 estándar, 2 adaptadas para minusválidos, 11 dobles con salón y 14 suites, presentan en general cabeceros de madera pintados en colores crudos (blancos y grises), que simulan antiguos portones. Éstos se complementan con falsas mosquiteras acompañados de los antiguos baúles de viaje utilizados como mesillas de noche. Otra de las piezas que resultan atractivas en la habitación es el mini-bar, parecido a una antigua caja fuerte. Tanto las cortinas, con soportes de forja, como las alfombras, todas de lana confeccionadas a mano en colores claros, enfatizan el tono sosegado de la instalación hotelera, que se completa con litografías de motivos de caballería enmarcados en negro y un espejo “trumo”. En el baño, que dispone de los servicios y características clásicas de un hotel de primera categoría, destaca la encimera y el lavabo en una sola pieza de cristal.
El spa es, sin duda, una de las zonas más atractivas de la Casa de Infantes. Sus instalaciones cuentan con piscina activa con jacuzzi, camas y asientos individuales de masaje con burbujas, chorros relajantes y zonas de reposo; otra piscina contracorriente, varias duchas de sensaciones, como la escocesa o la fría, así como el baño turco, la sauna, la ducha Vichy o las diferentes cabinas de masaje.
El Parador se completa con los servicios de cafetería y tienda, así como con el ‘Canapé’, un edificio anexo que alberga la zona deportiva. Está dotado de dos piscinas (una climatizada, de nado contracorriente, y otra exterior con solárium), gimnasio, una espectacular cancha de pádel cubierta, un moderno simulador de golf y un putting green.
El Cuartel de la Guardia de Corps es un edificio que posee un auditorio para más de 400 personas y 13 salas de reuniones de distintos tamaños, que pueden albergar entre 25 y 300 personas cada una, equipadas con cabinas de traducción simultánea, conexiones a Internet y la tecnología audiovisual más innovadora.En el espacio central, el Salón de Banquetes ‘La Granja’, más de 600 personas pueden participar en todo tipo de eventos; desde banquetes nupciales, a grandes recepciones, pasando por presentaciones de todo tipo de productos. Para la decoración se ha tenido en cuenta la funcionalidad y se ha rescatado una colección de pintura española que viste las diferentes paredes de centro: Teixidor, Bartola, Gangutia, García Lledo, Iturralde o Prieto son algunos de los autores cuyos grabados cuelgan de las diferentes salas.
La oferta gastronómica que elabora el Parador de La Granja es de alta calidad y conjuga los sabores tradicionales con toques de cocina moderna. De esta forma, en la carta no faltan guisos tradicionales ni tampoco los asados de cochinillo y cordero, que se elaboran a la vista del público en un horno de leña.