Deporte

El secreto del fenómeno “Alberto Contador”

2019-05-13 64 Vistas

Hace un año que retiraste. ¿Cómo lo llevas? ¿En qué momentos de tu carrera harías más hincapié?

Lo llevo bastante bien. La verdad es que está siendo el año que me da mucho respeto, pues no sabía realmente qué actividades iba a hacer, qué actividades no iba a hacer y si iba a estar ocupado o no porque dejaba de estar siempre viajando y ocupado al 100%. Un poco una incertidumbre, ¿no?, pero muy contento al final: estoy entretenido con diferentes actividades, todas que me gustan, que me motivan, y en este sentido, la verdad, muy contento con tal y como están saliendo las cosas ahora.

 

¿Qué momentos de tu carrera te gustaría destacar?

Hay momentos buenos y momentos menos buenos, pero yo, quizás, tengo un mecanismo de defensa psicológica: lo negativo, rápidamente lo dejo a un lado y me quedo con lo positivo, entonces, las cosas negativas rápidamente las borro de la mente. Y las positivas, intento a disfrutarlas, por ejemplo, la que destacaría más era la victoria en Angliru (la última etapa “válida” de la vuelta 2017), mi última carrera. El recuerdo que te queda tan reciente y encima siendo tan bonito, una victoria tan emotiva en la cima mítica, lo estoy disfrutando mucho.

 

Cuéntanos sobre el Giro que ganaste estando de vacaciones.

El año empezó complicado para el equipo porque iba a ir al Tour de Francia pero éste no nos invitó. Estaba en el equipo ASTANA, y entonces dijimos, que aún era un buen principio de temporada y me centré en la Vuelta de España y preferiría que al Giro de Italia fuesen mis compañeros. En el último momento, después de hacer la primera parte de la temporada con muchas carreras y con muy buenos resultados, el manager me mandó un mensaje: “¿Puedes hablar?” y en ese momento pensé: “Uff, malo”. En aquel momento yo estaba de vacaciones en Cádiz en el sur de España buscando un sitio para comer y le llamé, y cuando le llamé me dijo: “Oye, perdóname Alberto no te lo iba a decir, pero tienes que irte a la salida del Giro. Si tú no estás en la salida del Giro no nos invitan al Giro Italia y si no estamos en la salida del Giro de Italia el sponsor se va. Entonces ven, a la semana te vas para casa, te retiras y ya está”.

Fue una discusión complicada y bastante subida del tono porque yo no quería ir al giro sin estar preparado. Pero no me quedó más remedio por el futuro del equipo: al final me fui y ya que estábamos allí llegó el momento cuando el director me dijo: “Oye, Alberto, ya te puedes bajar y retirar, si quieres”, y le contesté: “Vamos a esperar un par de días más”, porque cada día me iba encontrando mejor. Pasaron un par de días y vi que estaba luchando por las posiciones de cabeza y entonces dije: “Lo siento, pero tú me has obligado a venir y ya no me voy hasta la final”. Y, afortunadamente y contra todo el pronóstico, conseguí una victoria inesperada y súper bonita.

 

¿A qué te dedicas ahora?    

Doy conferencias sobre motivación, liderazgo, trabajo en equipo, capacidad de superación – al final son situaciones muy parecidas a las de deporte. Cuando tienes un día sí, otro día no, y que para cualquier empresa son muy interesantes. He dado conferencias en todo tipo de empresas: desde el sector de la banca hasta el del tabaco. Os vais a pensar que es un sector completamente opuesto al deporte, pero al final son empresas, y en una empresa tienes que intentar conseguir el máximo rendimiento independientemente que sea del tabaco, de bebida alcohólica, de bicicletas o de balones de fútbol – los valores y principios son los mismos. En este campo me siento muy cómodo.

También estoy haciendo de comentarista de ciclismo en EUROSPORT y, la verdad, estoy muy contento. Me gusta porque además me está ayudando para superar esa falta de competición de no estar allí en la carrera, poder llevar bien ese gusanillo que tienes y vivirla tan de cerca. EUROSPORT me está ayudando a suplir esa carencia de la competición.

Mi fundación me lleva muchísimo tiempo con las dos partes que están totalmente diferenciadas. Una está dedicada al ICTUS, una enfermedad que sufrí en el año 2004, para darle la difusión porque al final es una enfermedad que tiene un impacto tremendo en la sociedad. La otra está dedicada al ciclismo en todas sus vertientes, empezando por “bicis para la vida” que consiste en coger estas bicicletas, que la gente tiene olvidadas en los trasteros de sus casas, no las usa o se han quedado pequeñas, y llevarlas a través de SKODA y la Fundación SEUR a la Fundación Alberto Contador en Pinto, Madrid, donde las clasificamos y mandamos a países en los cuales estas bicicletas cobran segunda vida. En las aldeas de los Marruecos estas bicicletas sirven para poder desplazarse al colegio, para poder ir a por el agua, etc. Nuestra fundación clasifica y arregla las bicicletas en colaboración con la Fundación de los minusválidos de Pinto consiguiendo de esa manera que se incorporen en la vida laboral, que no es fácil para ellos.

Junto con COFIDIS acabamos de cerrar un acuerdo para que la gente que quiera entrar en el mundo de ciclismo adaptado pueda tener la posibilidad de hacerse con estas bicicletas, porque al final son las bicicletas muy caras y las vamos a tener nosotros para poder entregarlas a la gente que siente pasión por este deporte y poder iniciarse con estas máquinas. Y si ven que les gusta pueden continuar en este deporte.

También tenemos una escuela de niños – es una cosa que me llena mucho, porque, allí están los niños desde muy pequeñitos (5 años) hasta los 14 años y el único objetivo es que se diviertan y que se eduquen en el deporte. Al final, cuando están en estas edades lo único que tienen que hacer es disfrutar y divertirse y luego ya entrar en las categorías de competición.

Tenemos un equipo juvenil, el equipo sub-23 y el equipo continental (como si fuese la tercera división del profesionalismo). Hemos hecho este proyecto junto con mi hermano Francisco Contador e Ivan Basso, otro gran campeón quien ganó el Giro de Italia y ha hecho pódium en Tour de Francia. Lo llevamos todo de la mano, lo que hace unir las fuerzas y hacer que el proyecto crezca. Es un fruto de nuestra pasión y con él pretendemos devolver un poco al ciclismo todo lo que el ciclismo nos ha dado a nosotros.

Aparte de todo ello, soy embajador de muchas cosas. Soy embajador de ASO (organizador del Tour de Francia), en la etapa de TOUR (consiste intentar conseguir la atmósfera que se vive en la Tour de Francia en todos los países del mundo: Costa Rica, Panamá, Australia, Estados Unidos, yo soy el embajador oficial de todos ellos en diferentes pruebas por todo el mundo), con TREK, la marca con la que empecé y terminé mi carrera profesional, marcas de ropa, gafas @GOBIK, @Bent36official. Al final, sigues con muchas cosas, pero lo mejor es que todas te motivan y te ilusionan.

 

El día 4 de febrero en Oliva Nova Resort presentaste el equipo KOMETA. Cuéntanos un poco sobre este equipo.

Es un proyecto que está creciendo de una manera increíble, poco a poco, pero con pasos muy firmes. Estamos trabajando muy duro, porque nos gusta hacer las cosas bien, tanto a Ivan Basso como a mi hermano y a mí, y ahora estamos bastante cerquitos de cerrar el acuerdo para que el equipo se convierta en el equipo profesional en el año 2020. Será un equipo joven y muy ambicioso que se convertirá en una gran noticia para el ciclismo español. Es un equipo internacional (Luxemburgo, España, Italia, Portugal) que también va a hacer el calendario internacional. La verdad es que el ciclismo se convierte en el deporte cada vez más global – tenemos sponsors internacionales que quieren corredores de sus países.

 

Antes de convertirte en ciclista querías ser veterinario, ¿lo retomarías en el futuro?

Me gustan muchísimo los animales, pero al final lo tuve que dejar de lado, porque al final no era viable. Sin embargo, mi amor por los animales sigue allí. Tengo un perro.

 

Para la primera navidad de tu hijo el Papa Noël le trajo la bicicleta TREK, ¿te gustaría que fuera ciclista?

Pues, sí. Al principio decía que no, porque el ciclismo es un deporte duro, muy sacrificado, pero por el otro lado ves un poco los valores que van directamente ligados al ciclismo. Sí que me gustaría, aunque luego no llega a ser un profesional, simplemente, si se criara hasta los 18-20 años en el ciclismo, sería el más feliz del mundo. De momento, no está pedaleando porque es muy pequeño aún, pero tiene muy buena pinta.

 

¿Objetivos para el 2019?

Más que profesionales serían disfrutar de la vida, que las cosas vayan bien. Que estés funcionando bien, tengas salud, trabajo y hagas las cosas bien.

Antes era ganar una carrera u otra, ahora es disfrutar simplemente.

 

Acordando del #10yearchallenge, ¿desde hace diez años cómo te ves ahora?

Me veo mucho mejor. Obviamente con 10 años más, pero tengo una edad en la cual estoy súper contento y me siento bien (ciclismo, afortunadamente es un deporte muy saludable). Cada día te levantas y te sientes bien, no tienes dolores (como otros deportes profesionales que te dejan más machacado una vez que te retiras) – en mi caso sigo sintiéndome un deportista.

 

¿Plantearías volver?

No, es el momento de hacer otro tipo de cosas e intentar aportar a los jóvenes lo máximo posible.

 

Entrevista realizada por: Ekaterina Artamónova