Inversiones

Ladrillo y disrupción

2017-06-15 137 Vistas

El futuro ya está aquí, también en un negocio tan tradicional como el inmobiliario, donde toda una batería de innovaciones está removiendo por completo los cimientos de este sector.

El sector inmobiliario no suele ser, habitualmente, uno de los escogidos para hablar de disrupción. De hecho, suele ser precisamente lo contrario: algunos analistas apuntan al ejemplo de Corea del Sur y España, dos países de magnitud parecida en población y PIB, que escogieron -aunque la posibilidad de ‘escoger’ esas estrategias es limitada- rutas distintas. Mientras España optó por hipertrofiar el ladrillo, Corea del Sur prefirió favorecer la tecnología, con resultados evidentes, ya que hoy es sede de algunas de las compañías tecnológicas más importantes del mundo.

Sin embargo, el mundo del ladrillo también está, como todas las industrias, sujeto a  innovación. Si revisamos los tres elementos fundamentales de la transformación digital (interfaz, procesos internos y modelo de negocio), todo parece indicar la existencia de cambios importantes, con la capacidad de determinar perdedores y ganadores en esta industria.

En términos de relación con el cliente, parece claro que una cantidad cada vez mayor de clientes optan por la red para localizar propiedades que les interesen, hasta el punto de hacer que el desarrollo de interfaces adecuadas para ordenador y smartphone se convierta en un elemento crítico para cualquier constructor o promotor.

Desde visionarios como Idealista, que convirtieron su app en uno de los puntos principales de la propuesta de valor para el usuario hace ya varios años, hasta promociones en las que el consabido piso piloto se ve sustituido por aplicaciones de realidad virtual que intentan que el cliente potencial sea capaz de visualizar su futura propiedad, la interfaz está tomando un protagonismo que nunca había tenido en una industria habitualmente tradicional.

En los procesos internos, son cada vez más las compañías que hacen uso de sistemas de modelado de información de construcción (BIM, o Building Information Modeling), convertidos ya en el equivalente de los sistemas de gestión integral o ERP en otras industrias, y que juegan un papel cada día más importante a la hora de desarrollar procesos de control de gestión en un entorno en el que, habitualmente, este tipo de cuestiones se gestionaban de manera relativamente ‘artesanal’ y las desviaciones eran moneda habitual. Mención aparte merece el uso de tecnologías como la impresión 3D o el uso de robots en la construcción, sujetos a un desarrollo cada vez más impresionante.

En lo referente al modelo de negocio, vemos cada vez más ideas que buscan explotar los modelos de plataforma, típicos de la fase post-transformacional: posibilidades como la integración hacia delante tras la construcción con la gestión de servicios integrados como limpieza, mantenimiento, gestión de infraestructuras, de la comunidad, etc., siguen el modelo de otras industrias, y permiten pensar en prolongar la rentabilidad más allá de la entrega de la obra.

Si alguien piensa que el mundo inmobiliario va de alguna manera a quedarse al margen de la transformación digital y la innovación disruptiva, que vuelva a pensarlo. El futuro, como en todas partes, ya está aquí.

Enrique Dans. Profesor. IE Business School