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Y la economía, ¿qué?

España volverá a liderar el crecimiento económico de las grandes naciones occidentales, a pesar de aquellos que auguran lo contrario, y aquí están los motivos de por qué será así.

Cuenta una historia que una tribu de indios de Estados Unidos debía tomar la decisión sobre cuánta leña cortar para prepararse para el invierno, y, para hacerlo bien, resultaba fundamental predecir la crudeza del periodo invernal. Los indios acudieron al gran jefe, dada su reputación de sabio, y éste les conminó a cortar mucha madera, ya que el invierno sería muy duro.

En realidad, el jefe había consultado el pronóstico de la agencia meteorológica local, que a su vez emitía los pronósticos de la nacional. Cuando la tribu hubo cortado suficiente leña, preguntó al jefe si el invierno iba a ser tan intenso, ya que de confirmarse sería mejor cortar más leña. El gran jefe les conminó a cortar más leña, ya que el invierno sería extremadamente duro. Una y otra vez evaluaron si cortar aún más leña, y el jefe volvía a consultar a la agencia local, ésta a la nacional, y se ratificaban en que el invierno sería durísimo.

Extrañado ante la insistencia, el gran jefe indio le pidió a la agencia local que contrastara con la nacional por qué estaba tan segura de la crudeza del invierno. Al consultar con la agencia nacional, ésta respondió: “Aparte de nuestros pronósticos, en el pasado hemos comprobado cómo la intensidad del invierno está muy correlacionada con la cantidad de madera que acumula la tribu india, y este año han cortado más leña que nunca”.

Esta historia ilustra uno de los temas de la psicología financiera, consistente en la retroalimentación de rumores y su efecto en la economía.

Hace tan sólo unos meses, la debilidad de la economía china provocó un sentimiento muy negativo en los mercados, acto seguido, se especuló sobre la posibilidad de que Estados Unidos entrara en recesión, se mencionó cómo la economía europea afrontaba una debilidad extrema y se afirmó que la española iba a experimentar un fuerte parón. Para justificarlo se aducía a cómo la situación política iba a paralizar las inversiones extranjeras y domésticas, y se hablaba del “hundimiento” de la confianza del consumidor como presagio de nuestro estancamiento.

En realidad, nos encontramos ante un ejemplo evidente de psicología financiera, el self-fulfilling prophecy, o en otras palabras, el desear u opinar una conclusión y, luego, sólo registrar mentalmente los datos que están de acuerdo con nuestra tesis, y desechar el resto, de forma que así validemos nuestra pre-opinión como pseudorealidad de una forma errónea y subjetiva.

Como publiqué hace unos meses, ni Estados Unidos iba a entrar en recesión, ni la economía española iba a experimentar un parón. Hoy me reafirmo.

La economía española lleva varios trimestres creciendo al 0,8% en intertrimestral (3,2% en interanual).  El primer trimestre se mencionó mucho cómo la inestabilidad política iba a ralentizar dicho crecimiento, pero la realidad es que creció al 0,8%. Las profecías volvieron a centrarse esta vez sobre el segundo trimestre, y especialmente sobre el tercero, aunque, a fecha de hoy todo parece indicar que la economía crecerá ligeramente por debajo del 0,8% en el segundo, y un 0,8% el tercero…  Los motivos que explican esta ausencia de ralentización son los siguientes:

Primero, a nivel global, los índices de gestores de compras (PMI) son, con mucha diferencia, los indicadores más empleados por el mercado financiero para anticipar qué está ocurriendo con la economía. Un indicador por encima de 50 muestra aceleración, y por debajo, ralentización. El segundo mejor año de la historia de la bolsa fue en 2009, el año de la gran recesión, ¿por qué? Porque los indicadores PMI se dieron la vuelta y anticiparon la salida de la recesión hacia el cuarto trimestre, como efectivamente sucedió. La bolsa española comenzó a subir el cuarto trimestre de 2012 cuando los PMI tocaron fondo (en 43) y comenzaron a subir… El motivo es que la actividad medida por los gestores de compras se acerca mucho más a la realidad económica que las “predicciones” que realizamos los economistas. Por eso, el mercado nos escucha mucho menos que a los PMI, y en especial el del sector servicios, el más importante para las economías occidentales. Hoy en día el PMI español de servicios se sitúa en niveles de 56, augurando un crecimiento económico cercano al 3%.

Segundo, la confianza del consumidor es menos relevante que el consumo. El primer trimestre, aunque cayó la confianza, ésta se situaba en niveles históricamente altos, lo que explica la fortaleza del consumo. El segundo trimestre se repite esta pauta, con la salvedad de que en junio ha vuelto a crecer la confianza del consumidor. Las ventas minoristas desestacionalizadas de abril han sido buenas, las de mayo menos, debido al menor gasto en alimentos, pero la tendencia de consumo sigue siendo muy saludable, algo coherente con el pulso del mercado laboral.

Tercero, el mercado de trabajo sigue muy pujante, como se ha puesto de manifiesto en los datos de paro y afiliación de abril, mayo y junio, números que auguran un crecimiento de PIB en línea con lo expuesto. Cuantos más empleos se crean, más se consume, y poco a poco irá haciendo crecer los salarios de todos.

Cuarto, a diferencia de otras economías occidentales, en las que las empresas apenas invierten o incluso reducen sus inversiones, las empresas españolas invierten con fuerza, consecuencia de que perciben una demanda sostenible, y de que aprovechan unas condiciones de financiación muy ventajosas. El fuerte volumen inversor provoca creación de empleo, que a su vez genera consumo, lo que a su vez provoca más inversión. Estamos en ese círculo virtuoso.

Como expuse hace poco, presentamos indudables riesgos, intensos y de medio plazo. Está en nuestro ADN pedir a los políticos que afecten al crecimiento… Mi impresión es que su labor debería ser más gestionar los riesgos de medio plazo, ya que el crecimiento en 2016 y en 2017 será saludable y fuerte.

España volverá a liderar el crecimiento económico de las grandes naciones occidentales.

A pesar de las apocalípticas profecías, hoy lo más razonable es observar por qué los indios han cortado demasiada leña…

Ignacio de la Torre. Profesor. IE Business School
http://www.ie.edu/

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