Cultura
“Nuestro credo es conservar y continuar con las mejores tradiciones del ballet ruso”
Entrevista a Serguei Radchenko y Elena Radchenko, Directores de coreografía del Ballet Nacional Ruso
En 1989, Serguei Radchenko, Artista Honorario del Pueblo de la URSS, fundó el Ballet Nacional Ruso. Más tarde, Elena Radchenko, la legendaria solista de los Teatros Mariinski y Kirov de San Petersburgo y Bolshoi de Moscú y Artista Honoraria de la URSS, se convirtió en la segunda directora de la compañía.
Serguei fue pareja de baile de la mítica e inigualable Maya Plisétskaya y con ella bailó en el Teatro Bolshoi durante 25 años. Hoy en día, dirige una gran institución con una plantilla de más de 50 bailarines con una amplia experiencia.
Inculcar interés y necesidad por el arte del ballet clásico ruso en el espectador contemporáneo es el objetivo de nuestra compañía.
El repertorio del BNR presenta obras maestras como “El Lago de los Cisnes”, “La Bella Durmiente”, “Don Quijote”, “Giselle”, “Carmen Suite”, “La bayadera”, “Cascanueces”, “La Cenicienta”, “Coppélia”, “Las sílfides”, “Romeo y Julieta”, así como muchas coreografías del ballet clásico ruso y mundial.
Tras los éxitos de la gira de 2017, El Ballet Nacional Ruso regresa con una gira de casi tres meses de duración por España y Portugal, de la mano de Goldberg Management.
Serguei Radchenko, en su propio nombre y en representación del Ballet Nacional Ruso, recogerá personalmente el premio al mejor espectáculo de danza por “El Lago de los Cisnes”, interpretado en 2017 en Toledo, en la gala que se celebrará el 10 de noviembre a tal efecto y dónde se repartirán los galardones correspondientes a los “Premios Teatro de Rojas XXVI Edición”.
Serguei, ¿pensaba dedicar su vida al ballet de pequeño?
No, en absoluto.
¿Sus artistas y papeles favoritos?
En mi caso, son Plisétskaya, Ulánova, Maksímova, Vasílev, Liepa, Lavrovsky, Barýshnikov, entre otros. Mis papeles preferidos son Torero (“Carmen Suite”), Torero (“Don Quijote”) y Visir (“La leyenda de amor”).
En el caso de Elena, son Plisétskaya, Maksímova, Vasílev y Barýshnikov, y sus papeles preferidos son Zarema (“La Fuente de Bakhchisarai”), Kitri (“Don Quijote”) y Diabla (“La création du monde”).
¿Hasta qué punto es importante sentirse unido a la pareja de baile? ¿Es posible conocer el papel de memoria y actuar con un compañero desconocido sin haber ensayado?
Es posible, aunque se verá feo y es muy arriesgado sin haber ensayado. La sensación de unión con la pareja de baile es el fruto de muchos ensayos.
¿Alguna anécdota que le haya ocurrido durante un ensayo o una actuación?
Durante el espectáculo “La leyenda de amor” (del compositor Melikov), mi pareja de baile saltó hacia arriba y aterrizó sobre mi espalda. El público se quedó mudo temiendo que caería sobre el escenario, sin embargo, ella pudo hábilmente agarrarse a mí y nos desenvolvimos así. Esa acrobacia fue tan virtuosa que, al acabar la función, el coreógrafo me preguntó si podría reproducirla en el siguiente espectáculo.
¿Uno puede formarse como director de coreografía? ¿Cómo llegaron a serlo?
En realidad, puede. Terminé la Universidad Estatal de Arte Teatral en Moscú en calidad de profesor de coreografía. Pero, hoy en día, todos los ensayos están a cargo de Elena, pues tiene una amplia experiencia tanto de profesora como de directora de coreografía. Es una gran conocedora de la danza clásica rusa al haber sido la alumna favorita de Dudinskaya, Artista del Pueblo de la URSS entrenada por la famosa Vaganova.
¿Qué métodos aplican en la danza clásica?
En Rusia, la metodología del ballet ruso existe desde hace más de 200 años. Intentamos no romper la continuidad y seguimos trabajando en el marco tradicional. Lo único que complicamos es la técnica de interpretación de los personajes y papeles en las funciones clásicas. Nuestro credo es conservar y continuar con las mejores tradiciones del ballet ruso.
Han sabido dar a conocer el ballet ruso en casi todos los rincones del mundo. ¿Cómo lo reciben en los países de su gira?
Por ejemplo, en los EE.UU, los promotores llevan 30 años solicitando los mismos ballets pertenecientes al repertorio habitual de espectáculos clásicos. Por supuesto, les proponemos nuevas representaciones, pero siempre esperan de nosotros sólo los clásicos que adoran y conocen. Lo mismo ocurre en otros países, incluso en España.
¿Se diferencian entre si los escenarios y los espectadores? ¿Cómo quedó en la memoria el público español?
Claro que se diferencian. Mi público favorito es el español, pues le encanta aplaudir al unísono y rítmicamente. ¡Cómo entusiasma eso a los actores! En general, nuestro ballet es recibido con entusiasmo dondequiera y siempre se le espera con nuevas representaciones.
¿Se pierde el interés por la danza clásica hoy en día? ¿Cuál es la influencia del arte moderno?
Creo que no se pierde el interés por la danza clásica, sino que cambia el espectador. Al ballet clásico suelen acudir los que lo han conocido en su vida, en particular más mujeres que hombres, acompañadas de sus nietos. El arte moderno le gusta más a los jóvenes que llegarán a entender la danza clásica.
¿Cómo atraer al espectador que no conozca en absoluto la danza clásica y no sepa nada de ballet?
Al menos, enseñarle un ballet clásico en el escenario en directo. El hecho de vivir la actuación en vivo atrae muchísimo más que verla en la televisión o en la pantalla del móvil.
¿Si no fuerais directores de teatro de ópera y de ballet, a qué dedicaríais vuestras vidas?
Ni yo, ni Elena pensamos en dedicarnos a otra cosa que no sea al ballet clásico.
¿Cuáles son los criterios para la matriculación en una escuela de ballet?
Hay que tener capacidades innatas: musicalidad y cultura plástica. Entre muchos niños dotados a los que les gusta bailar sólo algunos llegan a altos niveles profesionales. Cabe decir que el ballet es un trabajo duro y constante. El fanatismo en el ballet es la fuerza motriz del éxito. La suerte tampoco es el último factor.
La gira del Ballet Nacional Ruso, de la mano de Goldberg Management, durará casi tres meses y recorrerá los principales teatros y auditorios de España y Lisboa, entre cuales:
Teatro Villamarta (Jerez) Palau Altea (Altea) Palacio de Congresos y Auditorio (Granada) Teatro Cervantes (Málaga) Forum Evolución (Burgos) Palacio de la Ópera (La Coruña) Palacio Euskalduna (Bilbao) Teatro Nuevo Apolo (Madrid) El Batel (Cartagena) Auditorio Víctor Villegas (Murcia) Teatro Principal (Alicante) Teatro Olympia (Valencia) Teatre-Auditori de Sant Cugat (Sant Cugat del Vallés) Teatre Fortuny (Reus) L’Atlantida (Vic) Auditorio de Zaragoza (Zaragoza) Palacio de Festivales (Santander) Gran Teatro (Córdoba) Teatro Infanta Leonor (Jaén) Auditorio Maestro Padilla (Almería) Teatro López Ayala (Badajoz) Teatro Tivoli (Lisboa) Auditorio Niemeyer (Avilés) Teatro Circo (Albacete) Teatre-Auditori Atrium (Viladecans) Teatro Kursaal (Manresa) Palacio de Congresos y Auditorio (Salamanca) Teatro Calderón (Valladolid) Teatro Auditorio El Greco (Toledo)
Con un total de 45 bailarines, la compañía dirigida por Radchenko ofrecerá, con su habitual maestría y magia, 4 títulos queridos y admirados por el público, “El Lago de los Cisnes”, “La Bella Durmiente”, “La Cenicienta” y “El Cascanueces”.
Elenco de solistas
Maria Klueva Alexandra Krukova Hanna Zimovchenko Milena Stashina Eldar Sarsembayev Nelson Pena Nurlan Kinerbayev Dmitry Sitkevich