Cultura
La exposición ‘Salvador Dalí. Magic Art’ podrá visitarse en el Centro Manege de Moscú de enero a marzo de 2020
“Completamente aparte de mi valor como pintor —que yo soy uno de los primeros en hallarme dispuesto a discutir— una cosa es cierta: si la «pintura» ha de sobrevivir a nuestra época de progreso mecánico bárbaro, esta continuidad de la pintura tendrá en Salvador Dalí su punto de partida”.
Estas palabras, escritas por Salvador Dalí en el prólogo de su libro ’50 secretos mágicos’, publicado en 1948, son un testimonio de la importancia que dio a la pintura y a su destino, y al mismo tiempo el importante rol que se asignó para su concreción. Setenta años más tarde, tenemos la oportunidad de valorar su legado visionario: hoy, Salvador Dalí continúa siendo uno de los artistas más populares –si no el que más–, y millones de personas de todo el mundo visitan exposiciones de su obra. Las imágenes creadas por este gran pintor se han plasmado en cada uno de los ámbitos de la cultura visual contemporánea: cine, moda, diseño, publicidad y arquitectura. De la misma manera, el nombre de uno de los movimientos más influyentes del arte del siglo XX –el Surrealismo– se ha convertido en un apelativo familiar, en gran parte gracias a su asociación con las pinturas de Salvador Dalí.
Del 28 de enero al 25 de marzo de 2020, el público ruso tendrá una oportunidad única para conocer de primera mano las obras de este pintor genial. El Centro Manege de Moscú acogerá la exposición ‘Salvador Dalí. Magic Art’, organizada por la Fundación Link of Times y el Museo Fabergé de Moscú en colaboración con la Fundació Gala-Salvador Dalí y el Museo Reina Sofía de Madrid. La muestra cuenta con el apoyo del Departamento de Cultura moscovita y el comisariado es responsabilidad de Montse Aguer, directora de los Museos Dalí. La exposición incluye más de 180 obras de Dalí: pinturas, dibujos, acuarelas y grabados. Algunas de estas piezas provienen de colecciones privadas europeas, entre las que se encuentran rusas. Nunca en Rusia se había celebrado una exposición de Salvador Dalí tan representativa de su obra y que permita profundizar tan exhaustivamente en su proceso creativo. La muestra permitirá a los visitantes reseguir la extensa trayectoria creativa, deteniéndose en cada etapa evolutiva del artista.
Las pinturas que se expondrán empiezan por paisajes impresionistas de su juventud en los años 1910 y finalizan con los lienzos de finales de los ochenta. Obviamente, tiene una relevancia especial la producción de madurez de Dalí, los períodos surrealista y místico-nuclear. Éstos están bien representados en la muestra por El hombre invisible (1929-32), El sentido de la velocidad (1931), El Ángelus arquitectónico de Millet (1933), Elementos enigmáticos en un paisaje (1934), Autorretrato blando con bacon frito (1941), Idilio atómico y uránico melancólico (1945), Desmaterialización de la nariz de Nerón (1947), Máxima velocidad de la Madona de Rafael (1954) y otras obras maestras, que han contribuido a la fama global de Dalí y revelan su estilo inimitable.