Gastronomía

¡Come sano, come mediterráneo en la Región de Murcia!

2021-08-24 315 Vistas

Cuidar la alimentación nunca había sido tan fácil y ¡delicioso! Y es que la dieta murciana está repleta de sabrosas propuestas gastronómicas muy saludables. Aquí encontrarás recetas elaboradas a partir de verduras, frutas de la huerta y productos de la tierra y del mar que te harán sentir bien y con las que comprobarás que realmente somos lo que comemos.

Además de cuidar el organismo y prevenir el sobrepeso, la dieta mediterránea nos ayuda a renovar la mente. Diversos estudios demuestran que esta dieta mejora la función cognitiva.

 

Volver a sentir la vida, en tierra de vinos

¿Y qué es el vino sino la representación máxima de la alegría? El brindis, la celebración, la compañía perfecta de toda buena mesa… Y dadas sus propiedades antioxidantes, el vino es, sin duda, el mejor elixir de juventud. Los amantes de su cultura encontrarán en la Región de Murcia su destino favorito porque cuenta con tres denominaciones de origen, Bullas, Jumilla y Yecla, en las que la uva Monastrell es la gran protagonista.

Una copa de vino de un buen vino tinto puede beneficiar la salud. Desde su poder antioxidante, su consumo moderado también contribuye a reducir la depresión, prevenir el cáncer de mama, la demencia y el cáncer de próstata, así como las complicaciones cardiovasculares.

Costa Cálida, la región de los 1.001 sabores

Nuestra tierra es una encrucijada de culturas, y eso se nota en su cocina. Íberos, fenicios, bizantinos, cartagineses, romanos y árabes poblaron durante siglos esta zona, trajeron nuevos productos, pero también supieron sacar partido a los autóctonos, aprovechando el sol, el suelo y el agua de nuestra Región.

Nuestra situación privilegiada de pueblo costero, pero con un interior rico lleno de minifundios, humedales y algún que otro bosque, nos otorga variedad de materias primas y, por lo tanto, también hace que nuestra cocina tenga multitud de platos típicos de lo más heterogéneo, dibujando un paisaje de sabores ampliamente delicioso.

La tradición convive con las nuevas formas de entender la cocina, en la que las recetas se reinventan y actualizan. A pesar de sus diferencias, ambas comparten una base común: la utilización de los mejores productos. La unión de ambas dibuja un paisaje de sabores ampliamente delicioso.

Productos con Denominación de Origen

Tenemos Denominaciones de Origen, pero también otros galardones que alaban la calidad de muchos de ellos y son indicadores de que en nuestra Región los alimentos son de primera. No es por colgarnos medallas (que también las tenemos), pero si buscas selección y sabor, aquí lo vas a encontrar.

Tanto en materias primas como en alimentos más elaborados, los visitantes con espíritu de gourmet pierden la cabeza con tanta oferta. Los productos poseen todo el sabor de las tierras de la Región de Murcia y confieren a los platos un toque especial difícil de encontrar fuera de nuestras lindes.

  • Aceite. El aceite es esencial en la dieta mediterránea en general y en la murciana en particular. Las variedades cuquillo, cornicabra y picual tienen distintos matices a hierbas y especias, que deberán elegirse según la intención de cada plato.
  • Arroz de Calasparra. Primer arroz en todo el mundo que consiguió la Denominación de Origen.
  • Frutas. El sol, la tierra y el agua de nuestra Región hacen que nuestras frutas sean un auténtico tesoro gastronómico. Muchas de ellas se encuentran dentro del programa de Agricultura Limpia, en el que se utilizan menos pesticidas. El albaricoque, la cereza de Jumilla, la uva de mesa o la naranja son grandes representantes de nuestra producción frutícola.
  • Hortalizas. Que nos llamen “la huerta de Europa” tiene sus razones. Además, igual que con sus primas, las frutas, en toda la Región se está aplicando la Agricultura Limpia, en particular, en el cultivo de tomate, lechuga, pimiento, brócoli y calabaza totanera.
  • Imperial de Lorca. Es un embutido de cerdo con el gusto característico de nuestra tierra.
  • Jamón serrano, todo un manjar.
  • Pera de Jumilla. Recién cogida del árbol, cocinada con vino o en conserva, harán la boca agua.
  • Pimentón de Murcia. Especia extraída al moler el pimiento de bola, es más dulce que su primo americano. Tiene Denominación de Origen y sirve para dar color y sabor a cualquier plato.
  • Queso de Murcia. De leche de cabra de los montes de la Comarca del Altiplano, tiene un sabor con gran personalidad.
  • Queso de Murcia al vino. Variante prima hermana del anterior, se baña en vino de la zona, dotando de un color rojizo a su corteza.
  • Queso de cabra curado rodeándose de una capa de aceite de oliva y harina de almendra.
  • Vinos de Bullas. Blancos, rosados y tintos.
  • Vinos de Jumilla. Diez tipos de vinos: cuatro tintos, dos rosados, dos claretes, uno blanco y otro dulce natural.
  • Vinos de Yecla.
  • Vinos de la Tierra. El sabor, color y aroma de los caldos del Campo de Cartagena nada tienen que envidiar a los de sus vecinos.

Tapas dignas de probar

El buen clima y la tradición ha llevado a los murcianos a buscar el encuentro, la compañía y el disfrute del buen tiempo. Uno de esos puntos de convergencia son los bares, donde podemos recrearnos con una casi infinita variedad de tapas.

  • Marinera. Se trata de ensaladilla rusa servida sobre una crujiente y alargada rosquilla, coronada con una anchoa en salmuera. Cambia de género y se llama “marinero” cuando un boquerón en vinagre sustituye al salazón. Y si lo prefieres más simple, sólo con ensaladilla, pide una “bicicleta”.
  • Pulpo. Un plato en el que se luce es al horno. Su secreto, la cerveza, vino o coñac con que se hornea y que le da un sabor y textura inigualables.
  • Caballitos. Gambas vestidas con un abrigo crujiente de buñuelo y presentadas en el plato ensartadas en un palillo.
  • Michirones. Habas secas cocinadas con pimentón, panceta, hueso de jamón, chorizo y un toque picante, servidas muy calientes en cazuelita de barro. En invierno, acompañadas de un chato de vino, son geniales para entrar en calor.
  • Matrimonio. Un bocado ligero de una anchoa en salmuera y un boquerón en vinagre.
  • Salazones. Existen mil formas de degustarlos: la hueva y la mojama con almendras fritas, las sardinas de bota con migas o pipirrana o el bonito con habas crudas con unos simples gajos de tomate, preferentemente de Águilas o Mazarrón.
  • Quesos con DO. Desde leche de cabra, al vino o curado con almendras, hasta queso fresco a la plancha.
  • Langostinos del Mar Menor. Más pequeños que el resto de su especie, pero de color y sabor más intenso.
  • Caracoles “chupaeros”. Una variedad de la concha frita con tomate o en salsa con ingredientes como el tomate, el pimentón o la almendra.
  • Pisto murciano. Su origen se remonta a la presencia musulmana en la zona y todos sus ingredientes son fruto de la riqueza de la huerta murciana. Hecho a base de frito de cebolla, pimientos y berenjena con tomate, se puede tomar solo o revuelto con huevos.
  • Pasteles salados y no. El Pastel de carne es el manjar típico de la Región: hojaldre, carne, chorizo, huevo duro y especias. A la empanada le damos nuestro toque con pimiento, tomate, huevo duro y atún. El Pastel de Cierva, la incorporación del pollo a la receta es sorprendente. Salteadores o Exploradores, empanadillas de hojaldre con ternera y rebozadas en azúcar.

Platos de cuchillo y tenedor

Aquí no tenemos un plato típico: tenemos mil.

  • Ensalada murciana. Es la combinación perfecta entre tomate pelado “de bote”, huevos duros, cebolla tierna, olivas y atún. Ideal para el verano y para los amantes de los platos sanos, pero sabrosos.
  • Ensalada cantonal. Ensalada típica de Cartagena en la que al salmón, bacalao y palometa se les unen las tápenas, la cebolla y el aceite de oliva.
  • Verduras a la plancha. Un plato lleno de colorido con las mejores hortalizas de nuestra tierra.
  • Zarangollo. Un revuelto de calabacín, cebolla y huevo con aceite.
  • Berenjenas a la crema. Bechamel, jamón, gambas y berenjenas.
  • Arroces. Con conejo y serranas (caracoles), con verduras o pava (coliflor) o con mariscos como el bogavante.
  • Caldero. Arroz cocinado en un caldo hecho con pescado de roca y ñoras. Se suele servir en platos separados, por un lado, el arroz y por otro el pescado.
  • Migas. Existen dos variantes, las que se cocinan con harina, aceite, agua y ajos secos y las que utilizan la miga de pan duro. Con embutidos, ajos tiernos, granadas, uvas… hasta con chocolate.
  • Asados. De cordero o de cabrito, una seña de identidad de nuestra gastronomía.
  • Pescados a la sal. En una bandeja recubierta de sal gorda se “entierra” el pescado (lubina o dorada principalmente) que va directo al horno. Se sirve ya limpio y sin espinas, operación que se realiza junto al comensal.

Platos de cuchara y cucharón

Leer la carta de un bar o restaurante murciano puede ser cuanto menos desconcertante para un foráneo, pero elijas lo que elijas, acertarás seguro.

  • Arroz con habichuelas o “empedrado”. Un plato de origen completamente vegetal (y mineral), típico de los pueblos de altura, a base de alubias, arroz, tomate, ajos, cebolla, pimiento y patata.
  • Caldo con pelotas. Caldo de pollo o gallina servido en taza y acompañado de una albóndiga elaborada con carne de pollo y cerdo y embutidos murcianos.
  • Gazpachos. Guiso de carne de caza y caracoles que se sirve sobre una torta de trigo. Existen otras variantes como carne de pollo o conejo.
  • Guiso de trigo. Un plato contundente cuya receta se asemeja a otros guisos típicos con sus legumbres, verduras, especias, pero con un plus: el trigo tierno previamente puesto a remojo que le da un toque parecido a la pasta.
  • Jallullo. Morcillas y longanizas cocinadas con harina, aceite y sal dan lugar a este puré denso de harina.
  • Olla fresca o de cerdo. Un guiso semicaldoso de arroz, habichuelas o garbanzos, morcilla y distintas partes del cerdo como el espinazo o las manitas.
  • Olla gitana. Una variedad de productos huertanos: garbanzos, calabaza totanera, judías verdes, peras, tomate maduro y cebolla, condimentado con pimentón, azafrán y hierbabuena.
  • Guiso de gurullos. Carne de conejo con las verduras típicas de la zona y las serranas. A todo ellos se le añade los gurullos, bolitas pequeñas de masa de harina.
  • Andrajos. Un guiso cuyo componente principal son liebres y conejos y en cuyo caldo se deja cocer un sofrito de tomate, pimiento y cebolla. Su nombre proviene de las tiras de masa de harina con las que se cuece y que asemejan a trozo de tela rota.

Postres que debes de probar

Para terminar la velada, hay que poner la nota dulce al final de una comida o disfrutar entre horas.

  • Frutas. El melón de Torre Pacheco, el melocotón de Cieza, el pero de Alcuza, el albaricoque, la cereza de Jumilla, la uva de mesa o la naranja son tesoros de la región.
  • Paparajote. Una hoja de limonero rebozada en una masa de harina, huevo, leche y raspadura de limón que posteriormente se fríe y se espolvorea con canela y azúcar. La hoja no se come.
  • Asiático. Un dos en uno, postre y café, con leche condensada y brandy, acompañado de unas gotitas de Licor 43, canela, corteza de limón y un par de granos de café.
  • Mantellina. Una bebida típica de Totana elaborada a base de agua, miel, zumo de limón, vino dulce (o moscatel) y anís seco.

¡Descubre nuestros vinos!

La Región de Murcia reúne excelentes condiciones climáticas, edafológicas y humanas para el cultivo de la vid y para la elaboración de vinos de calidad. La variedad de suelos y de climas permite la producción de una amplia oferta de vinos tintos, rosados y blancos.

Las zonas destinadas al viñedo, con un total de 35.437 hectáreas, se encuentran básicamente en los ámbitos de las tres DO de la Región: Bullas, Jumilla y Yecla. Además de éstas, en la Región de Murcia existen tres indicaciones geográficas protegidas: los Vinos de la Tierra del Campo de Cartagena, de Abanilla y de Murcia.

Los vinos de la Región de Murcia poseen características derivadas de la cepa Monastrell, variedad tinta de racimos pequeños y apretados que se adapta perfectamente a las condiciones medioambientales de estas tierras. De ella se obtienen vinos con mucho color y cuerpo en una gama muy amplia y de calidad, que incluye jóvenes, crianzas, reservas, dulces naturales, de licor y espumosos, a veces en coupage con las variedades tintas complementarias: Garnacha Tintorera, Cencibel, Cabernet-Sauvignon, Garnacha, Merlot, Syrah y Petit Verdot. También se elaboran con ellas vinos varietales y monovarietales. Los vinos blancos se elaboran con las variedades Macabeo, Airen, Pedro Ximenez, Malvasía, Chardonnay, Sauvignon Blanc y Moscatel de grano menudo.

La aplicación de innovadoras técnicas de vinificación ha permitido la elaboración de nuevos vinos más frescos, afrutados, bien equilibrados y que aprovechan mejor las cualidades de la uva Monastrell sin que pierda su personalidad.

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