Gastronomía
“M de Alejandría”, un proyecto de Teulada primer finalista del concurso “Desafío Mujer Rural”
Cristina Rodríguez Vicente ha sido finalista de la segunda edición del concurso “Desafío Mujer Rural’”con “M de Alejandría”. Un proyecto que nació hace cuatro años en Teulada con el objetivo de crear un vino dulce.
El concurso ha sido promovido por el Instituto de la Mujer en colaboración con la Escuela de Organización Industrial y está cofinanciado por el Fondo Social Europeo, dentro del Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades. El concurso está dirigido a mujeres emprendedoras del mundo rural de toda España. Mujeres que, con sus proyectos, contribuyen a poner en valor zonas y productos rurales.
Un total de cien mujeres han participado en esta segunda edición del concurso. La selección se ha realizado durante meses, y las cinco finalistas han tenido que superar cuatro fases en las que se valoraba la solidez del plan de empresa. El premio y los diplomas fueron entregados por Julia Cerón, directora del Instituto de la Mujer, y Mario Garcés, Secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, dentro del Acto Institucional “Mujeres Referentes” que se celebró en Madrid en el Instituto Cervantes con motivo del Día Internacional de la Mujer.
“M de Alejandría”
Hace cuatro años, se plantaron las viñas de este proyecto en Teulada. El trabajo y el esfuerzo de estos años darán como resultado las primeras botellas de M de Alejandría que saldrán al mercado en breve.
M de Alejandría nace de la pasión por la tierra y del convencimiento de que la variedad típica de la zona, el moscatel, es una variedad única y muy especial ya reconocida históricamente.
El Moscatel de la Marina Alta siempre se ha caracterizado por su sabor resultado de las tierras donde se cultiva, la climatología y la proximidad al mar.
Tal y como asegura la propia premiada,
Vivimos en un entorno privilegiado, y siempre he tenido claro que había que apostar por un producto de calidad, con imagen y con una buena estrategia de comunicación para poner en valor nuestro territorio, el paisaje, nuestra cultura y una variedad única.
La mezcla de tradición e innovación, creatividad, diseño y comunicación son algunos de los valores añadidos de M de Alejandría que nace fruto de un sueño que esta a punto de hacerse realidad.
Cristina ha querido matizar que aunque es ella quien lidera el proyecto, detrás de M de Alejandría hay un gran equipo de personas que se han ido cruzando en su camino a lo largo de estos cuatro años, y sin ellos el proyecto no sería una realidad.
Para mi, los verdaderos protagonistas son ellos. Las personas que se encargan del cuidado de las viñas, de la elaboración del vino, del diseño de la marca, la comercialización… El trabajo de todo el equipo es los que hará que M de Alejandría sea un proyecto único y especial.