Turismo
Diez buenos motivos para estrenar el año 2020 en Valencia
Mediterránea, auténtica y rica en historia, Valencia es un destino perfecto para la primera escapada del año. Te damos diez motivos, pero seguro que encontrarás más, para estrenar 2020 en la ciudad del Turia. Clima, deporte, compras, paella, tapas, cocina gourmet, vinos, turismo activo, actividades para toda la familia, arquitectura o exclusivos spas son algunos de los atractivos que te esperan.
1. 300 días de sol Con una temperatura media de 17º, durante muchos días del invierno valenciano se puede disfrutar de las terrazas que inundan las plazas y zonas peatonales de la ciudad. ¿Y por qué no la playa en invierno? Encontrarás 6 kilómetros de playas urbanas, conectadas con el centro por transporte público. Un paseo marítimo es el recorrido perfecto para recorrer un trocito del mediterráneo y disfrutar de cualquiera de los restaurantes que, con vistas al mar, ofrecen platos típicos de la gastronomía valenciana.
2. Moverte más en la ciudad del running
Hacer más deporte siempre está entre los propósitos de año nuevo. ¡Pues mete el chándal en la maleta! En Valencia hay un circuito especial para practicar el running. Puedes recorrer los 9 kilómetros del antiguo cauce del río Turia, hoy convertido en un jardín que cruza la ciudad, con un carril bici, pistas deportivas o zonas para hacer picnic.
3. Regálate un souvenir valenciano
La eterna pregunta del viajero: ¿qué me llevo de recuerdo? Cada día es más difícil encontrar un souvenir auténtico que solo pueda encontrarse en el destino al que viajamos. ¡Pero eso no pasa en València! Prepárate para llevarte desde cava con denominación de origen a chocolate, embutidos o mistela de uva moscatel valenciana. Pero también moda en seda pintada a mano, joyas artesanas, sombreros o abanicos hechos a mano en el mismo corazón de la ciudad.
4. Conocer la ciudad donde nació la paella
¡Sí! La paella es valenciana. Nació en el Parque Natural de La Albufera, un ecosistema único a tan solo 10 kilómetros de la ciudad. Allí podrás relajarte en playas con dunas, dar un paseo en barca o descubrir una biodiversidad sorprendente que convive con la pesca tradicional, el cultivo de 16.000 hectáreas de arroz y 350 especies de aves.
Y ahora sorpréndete. La auténtica paella valenciana es la que se cocina con pollo, conejo y verduras. Pero en tu paso por Valencia no dejes de probar además cualquiera de las 200 recetas distintas de arroz que ofrecen los restaurantes.
5. Probar los vinos de uva bobal Aunque hay tres denominaciones de origen para el vino producido en la región valenciana, al menos tienes que probar los elaborados con la uva Bobal, la autóctona de la zona. Busca en las cartas los vinos con la etiqueta de la D.O Utiel-Requena. Su tradición vitivinícola alcanza los 2.700 años de historia. Prueba o llévate a casa el vino Simeta, de Javi Revert Viticultores, Los Frailes 1771 de la bodega Alforins o Maduressa, de Celler del Roure, todos con más de 90 puntos en el ranking de Robert Parker. Para probarlos in situ, pregunta en las oficinas de turismo por la Ruta del Vino. Chin chin!
6. Practicar el turismo activo en reservas de la Biosfera El Valle del Cabriel y la comarca del Alto Turia, a apenas 40 y 60 kilómetros de València, han sido declaradas recientemente reservas de la Biosfera por la Unesco. Son dos opciones perfectas para el senderismo, el rafting o el descenso de cañones en un paisaje de con marismas y grandes bosques de pinos y enebros.
7. Vivir con tus hijos un viaje 100% family-friendly
Varios paraísos para los niños conviven en València: el Museu de les Ciències, donde el lema es prohibido no tocar (¡imagínate!); l’Oceanogràfic, que es el mayor acuario de Europa; el Bioparc, un auténtico safari por África y l’Hemisfèric, un cine IMAX y en 3D alucinante.
Pero además se puede conocer la historia de la ciudad gracias a visitas guiadas pensadas solo para familias con niños; conocer las entrañas del estadio de fútbol del Valencia FC; alquilar bicis para recorrer pedaleando la ciudad; o visitar el museo con la mayor colección de soldaditos de plomo. ¿Quién da más?
8. Disfrutar de la arquitectura de todos los tiempos
Visitar València es como hacer un viaje en el tiempo ¡a través de 2.000 años! Pueden verse los restos romanos de la fundación de la ciudad, los vestigios de la muralla árabe que protegía el centro histórico, una joya del gótico civil como la Lonja de la Seda y contemplar decenas de edificios modernistas. Pero más hacia el presente, no te pierdas edificios futuristas con firma como los de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Calatrava, el edificio Veles e Vents de David Chipperfield o el Palacio de Congresos de Norman Foster. Es tal el patrimonio arquitectónico, que existen visitas guiadas especializadas para conocerlo en profundidad.
9. Tapas y cocina gourmet
Reconocida como patrimonio de la UNESCO, la dieta mediterránea está presente en los restaurantes valencianos en forma de recetas que utilizan materias primas de kilómetro cero gracias a las grandes despensas naturales urbanas, como el pescado y marisco del Mediterráneo o las verduras y frutas de la huerta que rodea la ciudad. De la paella y los arroces ya hemos hablado. Prueba además las tapas más típicas, como el esgarraet (bacalao y pimiento asado), las croquetas, las patatas bravas o los mejillones locales (conocidos como “clóchinas”). Para experiencias gourmet hay que visitar los restaurantes con estrella Michelín, como el Ricard Camarena, único con dos distinciones; el local de Quique Dacosta y los restaurantes Riff y Sucede. Busca también los establecimientos reconocidos por la guía española Repsol; no fallarás.
10. Buscar un hueco para el relax Puedes reponerte de tus descubrimientos viajeros en el Balneario La Alameda, el único spa urbano en España con aguas mineromedicinales, hacerte tratamientos con cosméticos elaborados con uva bobal o probar cualquiera de los spas de los hoteles de lujo Las Arenas o el Parador del Saler. ¡Te lo habrás ganado!