L’Alfàs del Pi

Pasear junto al mar Mediterráneo dejando que la brisa marina nos refresque el rostro mientras de lejos llegan las notas de un concierto de jazz y nuestros sentidos siguen todavía maravillados por la contemplación de la última exposición que se ofrece en la sala Pedro Delso de la Fundación Frax, uno de los espacios expositivos más grandes de la Comunitat Valenciana. Retroceder cientos de años en el tiempo para adentrarnos en unas termas romanas. Conocer el complicado oficio de farero en los días, no tan lejanos, en los que estas linternas suponían, literalmente, la diferencia entre la vida y la muerte en la mar. Olvidarse de todo adentrándonos en la más autóctona y salvaje naturaleza mediterránea en un parque natural de características únicas. Deleitarse con el cine, el teatro, la literatura… Esas son las oportunidades que nos brinda l’Alfàs del Pi, la preciosa villa mediterránea, reducto de tranquilidad y referencia cultural de la Marina Baixa.

Fue hace 25 años cuando la construcción de la Casa de Cultura transformó para siempre la vida diaria de l’Alfàs del Pi, un pueblo que hasta entonces había mostrado un cada vez más incipiente interés por la cultura, pero que, a partir de ese momento, convirtió ese edificio rosado en el centro de su vida social.

Rincones, como el Museo al Aire Libre de la Villa Romana de l’Albir, el primero de sus características de la Comunitat Valenciana donde los visitantes pueden conocer la vida y costumbres de sus antepasados más lejanos. Unos antepasados que recorrían lo que hoy en día es el Parc Natural de la Serra Gelada en busca de la misma tranquilidad y relación con la naturaleza.

O espacios recuperados recientemente como el Espai Cultural Escoles Velles, un vibrante espacio en el que se alternan exposiciones, conciertos, recitales poéticos… a sólo unos pasos del Museo l’Alfàs amb Historia, la última incorporación al catálogo de espacios dedicados a la cultura y que, en este caso, permite bucear en el pasado más reciente de los alfasinos.