Gastronomía

La naturalidad del lujo

2019-04-24 358 Vistas

Decía Coco Chanel que “el lujo empieza cuando la necesidad acaba”. Los jamones Joselito, alimentados con bellota en montanera y con la dehesa como hogar, aúnan ambos conceptos. Representan la necesidad de lo natural, lo sano, el principio innegociable de no trabajar con aditivos, conservantes ni colorantes. Y además se han convertido en un producto de lujo -a la altura del mejor caviar beluga o la más onerosa trufa blanca de Alba- a través de una raza porcina mejorada y un proceso de curación y añejamiento que sigue una metodología legendaria.

Con 151 años de existencia, Joselito ha expandido su marca y su buen hacer a más de 50 países. En cada uno de ellos nuestro jamón ibérico de bellota es sinónimo de lujo, de bocado exquisito, cota de excelencia en sabor y símbolo de la mejor España gastronómica.

Lo que hay que agradecer a Joselito, como país, es esa excelencia de un producto cuya impronta internacional tira por ahí fuera de todos los demás. Cuando mucha gente considera que las marcas de lujo están hechas para el disfrute de pocos, no denotan más que miopía. Jamones como los de Joselito son la bandera de todo un sector.

Ferran Adrià

El jamón de Joselito, repleto de propiedades como el ácido oleico y antioxidantes naturales, se podría catalogar de “superalimento”. Otorga proteínas de alta calidad biológica, o sea vitamina B1 que ayuda a transformar carbohidratos en energía, y cobalamina, la mítica B12, un nutriente que ayuda a mantener sanas las neuronas y los glóbulos sanguíneos. Cien gramos de jamón Joselito equivalen al 33% del consumo diario de proteínas recomendado y al 24% del consumo diario recomendado de vitaminas del grupo B. Además, cada pieza apareja un número identificativo con su añada, como los grandes vinos del mundo, para que los clientes puedan valorar el resultado del tiempo de curación y los matices de cada añada. El afinamiento de cada jamón corresponde a un lento envejecimiento en oscuras y silenciosas bodegas, donde el jamón Joselito permanece a una temperatura constante y natural un mínimo de 36 meses para su perfecto curación. En algunos casos excepcionales, el jamón Joselito se eleva a la categoría de Vintage y puede llegar a superar los 82 meses de curación, la máxima expresión de esta joya gastronómica llevada a lo más sublime. Joselito es el primer productor que presenta cada jamón en referencia a su añada, como el mejor champán millesime. Con características sensoriales bien pronunciadas, cada jamón lleva una ficha de cata que describe su sabor y los rasgos de la añada.

 

Asimismo, cada año tiene lugar JoselitoLab, donde los mejores chefs del mundo interpretan en recetas los productos de la firma. Hasta el momento la nómina la componen Ferran Adrià, el italiano Massimiliano Alajmo, el holandés Jonnie Boer, el japonés Seiji Yamamoto, el alemán Joachim Wissler y el francés Yannick Alléno. Y en paralelo, cada temporada Joselito une sus valores de marca con aquellas casas que plantearan una simbiosis enriquecedora. De resultas, ediciones limitadas en la que se unen delicadeza, excelencia y calidad encofradas en un packaging único. Joselito ha explorado nuevos caminos y ha asociado puntualmente su devenir con la orferbrería, la arquitectura, la música o la moda para de este modo otorgar un producto único, duplicadas su virtudes por medio de una alianza que magnifica continente y contenido. Todo ellos sin olvidar su compromiso con el mundo rural. Con el reto de mejorar raza y calidad de la cabaña actual de cerdos, cada año se reforestan de las dehesas de Joselito, que gozan el certificado FSC (Forest Stewardship Council) y se enorgullece de ser la primera empresa del sector agroalimentario en todo el planeta en obtener esa distinción. Solo así se consigue el mejor jamón del mundo. Un lujo natural. La naturalidad del lujo.