Gastronomía
La Parreta, gastronomía con personalidad territorial
Benicarló es una de las localidades más desconocidas de la provincia de Castellón, sin duda eclipsada por sus vecinas Peñíscola y Vinaroz. Sin embargo, estas comparaciones no sólo resultan injustas, sino inmerecidas, pues Benicarló posee una idiosincrasia única que la hace tremendamente atractiva y seductora.
La localidad destaca por su rica y variada agricultura, situándose entre las más significativas de la Comunitat Valenciana. En particular, la alcachofa de Benicarló es una de las verduras más valoradas de la agricultura española. Este preciado vegetal fue introducido por los navarros en los siglos XIII y XIV, cuando repoblaron la comarca tras la marcha de los árabes.
Además de su agricultura, la proximidad del Delta del Ebro ha sido fundamental para Benicarló. Las aguas que el Ebro vierte al mar han creado, con el paso de los siglos, tierras fértiles ideales para el cultivo del arroz. Estas aguas también han enriquecido la fauna marina, y la flota pesquera de Benicarló ha logrado que su lonja suministre pescados y mariscos a ciudades como Madrid y Barcelona, entre otras.
En mi última visita a Benicarló, tuve la oportunidad de descubrir un restaurante que me sorprendió gratamente por la calidad de sus elaboraciones y la riqueza de los productos que utilizan. Ese restaurante es La Parreta, un verdadero tesoro gastronómico en la localidad.
Este establecimiento se erigió sobre lo que fue un restaurante "de toda la vida", con el objetivo de ofrecer una experiencia culinaria única y capaz de sorprender a sus comensales. Se encuentra muy cerca del Puerto Deportivo, del propio Puerto Marinero y de la playa La Mar Xica. Además, su proximidad a la lonja le garantiza la frescura y calidad de los productos del mar, ya sean crustáceos, mariscos o pescados.
El local es luminoso y muy confortable, destacándose por el cuidado en el servicio y la impecable presentación de sus platos.
En La Parreta fusionan tradición con innovación en la arrocería showcooking, ofreciendo a los comensales una experiencia culinaria única.
La Parreta presenta un ambiente acogedor y moderno, perfecto para compartir momentos especiales con familia y amigos mientras disfrutas de sus deliciosas creaciones.
Experiencia gastronómica en La Parreta
El primer aperitivo que nos llega es una tostada de mantequilla de anchoas, coronada con una de ellas. La gran untuosidad de la mantequilla se realza gracias al lomo de anchoas que adorna la rebanada.
Rompen con las tradicionales gambas al ajillo y nos las presentan de una manera muy singular, con toques especiados y frutales. Encontramos una ligera salsa thai, trozos de mango, lima y menta. Las acompañan con un pan de croissant muy mantequilloso, perfecto para rebañar el delicioso caldo que ha generado el ajillo.
Muy acertadas resultan las croquetas de pato pekinés, con una bechamel consistente. El toque lácteo y un sencillo toque de nuez moscada le aportan una frescura notable.
Estamos en temporada de mejillones y estos están muy presentes en el menú. Nos los ofrecen con una salsa oriental y cebolla, donde percibimos los toques del curry que le aportan cierta intensidad. Los mejillones están bien cargados de carne y de gran tamaño, por lo que el caldo resultante multiplica el sabor, convirtiendo este “consomé” en una auténtica delicia.
Los arroces son una de las recomendaciones que debemos seguir, incluso desplazándonos para disfrutarlos. La proximidad del Delta del Ebro les permite abastecerse de los arroces cultivados allí, garantizando una indudable calidad. Dos arroces singulares: el primero de pato confitado, alcachofa y foie; el segundo, un arroz de pulpo, ortigas de mar y alioli de ajo negro. En el primer arroz, destacamos el toque vegetal que transmite la alcachofa y la grasa que aporta el foie, una sensación complementada por el muslo de pato confitado. El punto del arroz es perfecto y el refinamiento que aportan todos los ingredientes nos hace deleitarnos con este impecable plato.
En el segundo arroz, notamos la riqueza del fondo marino utilizado en su elaboración. Ese fumet marca el sabor, ayudado por el toque meloso de las ortiguillas, que transmiten una gran intensidad debido a la naturaleza de esta anémona. La pata del pulpo da vistosidad a la paella, además de aportar una textura delicada y un bocado delicioso. Al igual que en el primer arroz, el punto del arroz es divino, delicioso, y nos hace disfrutar de cada grano hasta el último rincón del recipiente. La calidad del arroz y su impecable cocción nos permiten disfrutar de una relajada sobremesa.
La Tarta de queso y la Tatín de piña fueron nuestras elecciones para el postre, y ambos dulces merecen ser recomendados, pues las sensaciones dulces están muy equilibradas y la textura es muy refinada.
Como ya he comentado al inicio, el servicio es delicado y muy profesional, una cuestión que se agradece. ¡Enhorabuena!
Avda. Marqués de Benicarló, 7, 12580 Benicarló (Castellón), +34 864 888 353 / 620 857 558
restaurantlaparreta@gmail.com, restaurantlaparreta.com