Turismo
Un paseo por el corazón de Calpe
La privilegiada ubicación geográfica de Calpe y su buen clima han propiciado que sean muchas las civilizaciones que se han asentado en este bello núcleo costero.
La historia apunta a que los fenicios se refugiaron en el Peñón de Ifach cuando realizaban su ruta por el Mediterráneo; los romanos tomaron asentamiento en los conocidos como “Baños de la Reina” introduciendo el comercio y, posteriormente, llegaron los musulmanes, que basaron su subsistencia en la pesca y la agricultura.
La esencia del litoral mediterráneo se palpa en cada rincón del casco antiguo, cuyos estrechas y marineras calles invitan a pasear, a descubrir rincones apacibles y llenos de encanto. Y eso es precisamente lo que les proponemos: un paseo por nuestro Casco Antiguo. Empezando por el Forat de la Mar, los restos de la muralla exterior que rodeaba Calpe y que en mayo de 1813 fue objeto de un ataque por parte de un destacamento francés abriendo una brecha al intentar invadir el pueblo. Este lugar era el punto de encuentro de los pescadores calpinos para iniciar las jornadas de pesca.
El Forat de la Mar nos introduce en el Arrabal, el barrio de origen morisco formado por calles estrechas y empinadas, con casas pequeñas y encaladas. Las calles escalonadas presentan diferentes decoraciones florales y de piedra incrustada en su pavimento, haciendo referencia a elementos muy característicos de Calpe: ánforas, anclas, dibujos geométricos, el Peñón de Ifach, etc.
Desde estas calles llegamos al Torreó de la Peça. Se trata de un baluarte de defensa que formaba parte de la muralla y donde se instalaba la peça o pieza de artillería que defendía el núcleo cristiano en el siglo XV. En su interior alberga el Museo del Coleccionismo que se nutre temporalmente de colecciones procedentes tanto del ámbito privado como público.
La salida del Museo nos lleva a la Plaza de la Villa, el corazón de la ciudad, donde se encuentra la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de las Nieves cuya construcción data de principios de los años 70. Adosada a la Iglesia Parroquial se encuentra la iglesia antigua que conserva una tabla al temple del siglo XV que representa a los Santos Médicos. Siguiendo con el paseo llegamos a la Galería de Arte Contemporáneo o Ayuntamiento Viejo que alberga exposiciones temporales y cuyo edificio ocupa el solar del antiguo Portalet, la única puerta al recinto amurallado. El edificio construido en 1926 fue hasta los años 70 Casa Consistorial.
Descendiendo unos metros podemos visitar el Museo de Historia y Arqueología. Se trata de un emblemático edificio con tipología de casa señorial del siglo XVIII que hoy alberga exposiciones y restos de los dos yacimientos arqueológicos más significativos del municipio: el yacimiento medieval de la Pobla de Ifach, ubicado en las faldas del Peñón, y el yacimiento romano de los Baños de la Reina, junto al paseo marítimo.
Desde el Museo de Historia y Arqueología nuestros pasos nos llevan por las callejuelas del viejo Calpe hasta la Plaza de España y desde allí, a la Plaza del Mosquit, donde podemos observar el mosaico mural, alegoría de la villa de Calpe: la pesca, el Peñón de Ifach, los cultivos y sus habitantes.
Podemos hacer una parada en el camino y disfrutar de la gastronomía local en alguno de los bares y restaurantes del Casco Antiguo antes de emprender la marcha hacia la ermita de San Salvador ubicada en un promontorio, dominando la bahía, de gran valor paisajístico. La ermita debe su nombre a que fue el 6 de agosto, día de la Transfiguración del Salvador, la fecha de la reconquista de Calpe por Jaime I.
Al bajar de la ermita aún nos queda por visitar la Plaça dels Mariners, un lugar con encanto para rendir homenaje a las raíces marineras de Calpe, y muy cerca de allí en la Plaza Manuel Miró podemos contemplar un mural de grandes dimensiones que realiza una alegoría de las Fiestas de Moros y Cristianos que se celebran en Calpe en el mes de octubre en honor al Santísimo Cristo del Sudor.