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“En esta vida o triunfas, o aprendes”
Entrevista exclusiva con Alfredo Bataller Pineda, CEO en SHA Wellness Clinic
¿Cómo surge el concepto SHA y cuál es su idea principal?
SHA surge por una experiencia personal de mi padre, su presidente y fundador, y se debe a que tenía unos problemas de salud bastante serios desde hacía 10 años. Recorrimos a los mejores especialistas a nivel internacional, y cada uno le daba un diagnóstico diferente y cada vez más pastillas, sin poder solucionar el problema. El diagnóstico fue empeorando, pero él siendo una persona spiritual estaba convencido de que la muerte formaba parte de la vida.
Una amiga de Madrid nos dijo que no perdiéramos ni un minuto y nos dio la tarjeta de un doctor muy solicitado que le había salvado la vida y le había ayudado a entender cómo realmente funcionaba su organismo. Él tiene ahora 82 años y trabaja en SHA. Es fuera de serie.
Para nuestra sorpresa, el doctor ni siguiera abrió el historial médico de mi padre e hizo nada más que el diagnóstico oriental: le miró el iris del ojo, tocó determinadas partes del cuerpo para saber qué órganos estaban débiles. Curiosamente, salimos con un montón de recomendaciones que implicaban un cambio de estilo de vida profundo. A los dos o tres meses, los problemas digestivos de los 10 años desaparecieron, y el chequeo posterior en el hospital salió todo perfecto. Fue cuando mi padre sintió la necesidad de compartir con los demás todo lo que a él le había beneficiado.
Sin tener experiencia previa ni en turismo ni en salud, decidió emprender un proyecto que causara un impacto positivo en la humanidad. Y para ello, definió la estrategia de cuidar del bienestar y de la salud de las personas más influyentes del planeta, dado que la base de la pirámide siempre está mirando arriba: ¿Qué hacen, ¿Cómo se cuidan? Es decir, si creamos un impacto positivo en esas personas, en poco tiempo se va a impregnar a toda la pirámide. Esas personas tienen todo en la vida, menos tiempo. Si consiguen escaparse de sus obligaciones laborales o familiares una o dos semanas, nuestra responsabilidad es conseguir para ellas resultados visibles y demostrables y mejorar su bienestar en poco tiempo.
El método SHA consiste en unificar lo más novedoso y lo más efectivo de la medicina occidental (células madre, medicina regenerativa, medicina preventiva, anti-aging) con el más efectivo y contrastado conocimiento ancestral de Asia (Japón, India, China) desaprovechado por occidente.
En otras palabras, nuestro objetivo es tener en una única localización, una batería de tratamientos con una supervisión médica y una columna vertebral de nutrición.
Tras crear el concepto, empezamos una andadura de investigar que duró 3-4 años: ¿cuáles son los mejores profesionales, las técnicas más avaladas, etc. Todo ello, con la ayuda de Michio Kushi, el maestro del doctor que había curado a mi padre. Ha escrito unos cien libros, es asesor permanente de la Organización Mundial de la Salud y llevaba personalmente la dieta de grandes celebrities como Madonna, Gwyneth Paltrow, el presidente de Japón, etc.
En su 80 cumpleaños, viajé a conocerle y le propuse que nos ayudara a crear el concepto. Vino a España, y estuvimos visitando diferentes sitios de la Costa Mediterránea, desde Barcelona hasta Marbella, durante 10 días, para ver dónde podíamos realizarlo. El último día de su viaje, le invitamos a cenar a lo que era nuestra casa familiar de vacaciones, y es donde estamos asentados ahora. Estábamos en la terraza cuando Michio dijo: “Aquí. Porque el sitio tiene una energía muy especial y todas las condiciones adecuadas para cuidar de la salud de las personas”. Se refería a la Sierra Helada del Albir vecina al mar.
Empezamos el proyecto a finales de 2008. Ha sido un camino nada fácil: los primeros años fueron muy complicados, sobre todo, en captar el mejor talento: ¿Cómo conseguir que un médico súper afamado cierre su clínica en Nueva York o Londres y se venga aquí a trabajar? También, muy complicado en conseguir los primeros huéspedes. No existen agencias de viajes, ni tour operadores, ni canales de salud que entiendan este concepto. Lo que nos tocó a mi hermano y a mí es recorrer los principales puntos del planeta, dimos con las personas adecuadas con el fin de convencerles que podíamos mejorar de forma significativa su salud y bienestar.
¿Qué objetivos proyectáis al futuro?
Hace un año, abrimos una marca llamada Esenza by SHA con las dos primeras aperturas en el aeropuerto de Madrid: en la Terminal 4 y Terminal 4 Satélite. Su concepto es crear una burbuja saludable en un entorno poco saludable como es un aeropuerto, combinando tres áreas: comida sana y rápida; tratamientos exprés, de menos de 30 minutos, pero de gran calidad: masaje, manicura, pedicura, corte de cabello, afeitado para caballero; y boutique de lifestyle donde hay libros de salud, cosmética, utensilios para un viaje relajante, etc.
Esenza satisface una demanda, no cubierta hasta entonces, donde un viajero puede regalarse a si mismo un momento de salud y bienestar.
Durante nuestra trayectoria hemos recibido más de 50 propuestas de abrir nuevos establecimientos a nivel mundial, sin buscarlas, de hecho, procedentes de nuestros propios huéspedes satisfechos, con intención de llevar este modelo a sus países. Siempre hemos dicho que no, porque consideramos que debemos consolidar la primera unidad antes de expandirnos. Para ello llevamos dos años preparándonos para dar eses paso en un futuro próximo.
Será un paso muy ilusionante para todo el equipo, como replicar un modelo de éxito sin perder calidad, y así poder hacer extensiva esta oferta de servicios a otros continentes, llegando cada vez a más personas que lo necesitan para vivir una vida en plenitud.
Ya contamos con 5 oficinas en el mundo para nuestro marketing y comunicación: Moscú, Dubái, Londres, París, Madrid.
¿Cuál ha sido tu mayor éxito y tu mayor dificultad?
Aparte de los premios internacionales que hemos ganado, el mayor éxito es que cada vez un huésped se va obteniendo los resultados que buscaba. Me siento especialmente orgulloso de que contamos actualmente con una tasa de huéspedes repetidores de casi 50%. No existe otro establecimiento que tenga esta ratio. Si de algo estoy muy satisfecho es de que a lo largo de estos años se ha creado una comunidad de personas que nos han confiado lo más importante de sus vidas: su salud y su tiempo. Muchas de ellas ya se conocen entre sí, y es muy interesante. Para seguir estando a nivel de sus expectaciones hemos fundado una unidad de innovación continua: todos los años, lanzamos nuevos tratamientos y nuevos profesionales para que una persona no tenga que recorrer el mundo entero en búsqueda de cosas efectivas y las encuentre bajo un mismo techo.
No soy bueno para dar consejos sino para recibirlos. Pero una cosa que puedo compartir es que no hay que tener miedo: para acertar una vez hay que haber fallado unas cuantas; no te puedes caer con el primer fracaso; en esta carrera o triunfas, o aprendes.
Segundo, la perseverancia. Todos somos cracks en algo; lo que pasa es que la mayoría nos morimos sin saber en qué era. ¡Dedica tiempo a conocerte mejor y entender tus capacidades!
Otra cosa que he aprendido: mientras que en el MBA el hincapié lo ponían en que debemos reforzar nuestras debilidades, la vida me ha demostrado que es un error, no hay tiempo para ello, y siempre habrá alguien que puede hacer ese punto flaco nuestro mejor por nosotros. Dediquemos tiempo a detectar nuestras fortalezas. El mundo es muy competitivo y la vida, muy corta. ¡Aprovecha tus fortalezas y explótalas! Con que consigas ser el mejor en una sola cosa, tu éxito está garantizado.
Por último, es imposible emprender sin tener un buen equipo.
“Si quieres ir rápido, ve solo, si quieres llegar lejos, ve acompañado.”
Hay que rodearse ya no solo de los mejores profesionales, sino de las mejores personas. Estamos entrando en una etapa en la que hay que poner el acento en la humanidad y en los valores.
Entrevista realizada por: David Keshabyan
Fotos: Rubén Gil