Gastronomía
Restaurante Andalucía
Gastronomía andaluza en la costa valenciana
Uno de los mayores valores que puede ofrecer La Comunidad Valenciana es aquel que reúne la gastronomía y la ubicación profundamente ligada al Mediterráneo. Entre las playas más bellas bañadas por la Mare Nostrum se destaca la playa de Calpe. Este lugar, sombreado por el majestuoso Peñón de Ifach, está repleto de numerosos restaurantes, que debieron ser en su día antiguos merenderos, y con la creación del paseo marítimo se convirtieron en restaurantes con una oferta muy desigual.
Por fortuna, hay profesionales de hostelería que, gracias a su trayectoria, experiencia y profesionalidad, enarbolan la bandera de la calidad y la hospitalidad en sus establecimientos. Uno de ellos es el Restaurante Andalucía, a escasos metros de la playa del Mediterráneo. Sentado en su terraza, disfrutas de esa brisa marina que nos envuelve desde primera hora de la mañana.
El responsable y propietario es Antonio Cáceres, un granadino que llegó a la Comunidad Valenciana muy joven, encontrando trabajo en el mundo de la hostelería. Su experiencia y sus ganas de triunfar, sin duda, lo empujaron, ganándose un prestigio entre los empresarios de la localidad, uno de los cuales confió en él y le traspasó su restaurante. Antonio acababa de comprarse un coche, y fue la garantía que puso al propietario, aunque no hizo falta- su compromiso era personal. Ante la confianza que habían puesto en él y en su familia, Antonio demostró que a profesionales les ganan muy pocos. En unos meses, el Restaurante Andalucía se hizo con un prestigio perfectamente contrastado, conquistando una clientela que hoy en día sigue manteniendo, sobre todo, gracias a la calidad de los productos y géneros que ofrece, y a lo acertado de las elaboraciones.
Está claro que, llamándose Andalucía, y siendo el propietario de Granada, la oferta y las recomendaciones tienen ínfulas o influencias andaluzas, las cuales se codean con las propias de la cocina de mercado y del mar mismo.
Por supuesto, la fritura es una de las especialidades, y hay que felicitarles porque ofrecen una magnífica, la cual está a la altura de las grandes frituras de las costas andaluzas. Hay tres cuestiones a la hora de realizar una buena fritura. Primero, la calidad del producto a tratar: Antonio nos ofrece un amplio surtido, encontrando calamares, chopitos, boquerones y pescadillas pequeñas. A la frescura que se destaca en todos estos géneros, hay que añadir la calidad del aceite que se utiliza, y a esto, hay que sumar que cada dos frituras el aceite se renueva, consiguiendo que todos aquellos aromas que pudo producir su sobreutilización, no los encontremos, y disfrutemos de un aceite limpio y de gran calidad. El resultado no puede ser más ideal, pues cada pescado sabe a su propio sabor, manteniendo la naturalidad de sus carnes.
La variedad de platos es muy grande, destacando la impresionante oferta de pescados de la propia bahía y de crustáceos, los cuales se pueden degustar en un amplio abanico de mariscadas.
Continuamos con unos sepionet a la plancha, conocidos popularmente como “castañuelas”, pues nos recuerdan a este instrumento. Su paso por la plancha es ligero y conciso, y gracias a ello, el sabor marino y la jugosidad sobresalen y nos hacen disfrutar. Hay que añadir que la limpieza del producto es sublime, por lo que no encontramos ni un ápice de arena, cuestión que siempre se agradece.
Gambas a la plancha es nuestro siguiente plato, y seguimos con la perfección en los sabores, disfrutando de sus cabezas, las cuales chuperreteo con gran ánimo, y de la gran frescura de las colas riquísimas.
La responsabilidad de los postres es la tarea de Mónica, y aquí su marido Iván hace énfasis en que pidamos La copa Mónica, el tiramisú y la tarta de queso. Y aunque a priori la oferta o la demanda pueda parecer muy golosa, que lo es, las sensaciones que encontramos no lo son. Hay mucho equilibrio entre los ingredientes, por lo que las sensaciones dulces quedan eclipsadas por las que complementan las recetas; sobre todo las que nos transmiten las frutas que se utilizan en la confección.
Hay que felicitar a Antonio y a todo su equipo por la destacada profesionalidad que demuestran en cada momento. Este local es uno de los pocos donde se puede apreciar la enorme dedicación del dueño a su oficio, por lo que se apetece volver a disfrutar de sus creaciones gastronómicas una y otra vez.
Pedro G. Mocholí
Ctra. Puerto, s/n 03710 Calpe +34 965 83 40 78 www.restaurante-andalucia.com